Fabian y Maria los padres de Adrian y Estefania se llevaban perfectamente, cuándo se miraban, sus ojos brillaban acompañados de una sonrisa natural. A sus hijos los complacían en todo, tanto material como emocionalmente. Eran los mejores padres, hablaban y reían, hasta tal punto que les agarraba dolor de estómago.
Adrian y su hermana eran muy compañeros, como mejores amigos. Ella tenía un año más que el. iban a la escuela por la mañana.
En sus vidas no habían problemas. Eran la envidia de todos sus vecinos. Pero claramente la vida real no es como un cuento,
Una tarde Adrian y Estefania estaban en su casa, tomando mates (típico de su país, Argentina), de repente oyeron gritos y llantos, eran de Maria, sus hijos asustados le pregunta que estaba pasando, querian saber la razón por la que ella estaba así, ella les cuenta lo que sucedió, fue a visitar a Fabian al trabajo, solía hacerlo a menudo, pero está vez el se descuidó, cuando pasó a su oficina, lo encontró muy acaramelado con su secretaria (la mejor amiga de ella), era su amante. Maria no se habría esperado eso, ya que siempre confiaba en ellay también en el, entró en pánico, huyó de ahí despavorida. Sus hijos no sabían que hacer ante esa situación, sólo abrazaron a su mamá e intentaron calmarla. Unas horas más tarde, Maria decidió que se iba a separar de Fabian.
Esa misma noche, cuándo Fabian llegó del trabajo, Maria le pidió el divorcio y lo echo de la casa, el decía que la amaba lloró, le suplicó de rodillas e intentó hacer todo lo posible, para no terminar con el matrimonio, pero todo lo que hizo, no fue suficiente para lograr convencerla de lo contrario, ella estaba segura de que el había acabado con su relación. Ella estaba tan segura de que se iba a divorciar y les contó a los hijos, que se iba a separar del padre, Adrian y Estefania, con mucho dolor aceptaron su decisión.
Luego de muchos meses, Fabian seguía intentando reconquistar a su ex mujer, sinceramente se volvió algo pesado, llego a asustar a todos los integrantes de su familia.
Los meses seguían pasando. De a poco, Maria estaba mejorando, ya no lloraba por las noches y sus ojos volvieron a brillar, le regresó aquélla bella sonrisa al rostro.
Una mañana del sabado, Maria les contó a sus hijos que estaba saliendo con alguien, un profesor del colegio, donde ella trabajaba y que estaba yendo tan bien en su relación, entonces decidió presentarlo. Para Adrian hacerse la idea de que su madre estaba saliendo con alguien, no le gustaba mucho, pero no se iba a oponer en su felicidad, verla bien, era más importante, dejó atrás sus celos y le dijo: -te felicito mami, dile que venga hoy. Estefania estaba de acuerdo con la idea, la madre también, sólo era cuestión de horas, para que conozcan al muchacho.
Maria estaba tan ansiosa e ilusionada con ese hombre, que olvido un pequeño asunto. Ese sábado por la noche, era el día, que los chicos debían irse con su papá.
Se hicieron las 21:00 hs de la noche, horario en el que debía presentarse la cita de Maria, se oyó el timbre, ella corrió a abrir la puerta ¿quién llegó? Fabian. ella le dijo: -no te esperaba.
el: -y yo no me esperaba verte tan arreglada ¿a quién esperas?
ella:-no importa. ¿qué haces aquí?
el: – vine a buscar a nuestros hijos.
ella: oh, lo había olvidado.. El timbre volvió a sonar e interrumpió la conversación, la cita de Maria había llegado. Las cosas se pusieron muy tensas, Fabian estaba como loco, lejos de esa imagen de buen padre.
Adrian le dijo a su hermana que subiera a su cuarto, ella obedeció.
Maria no sabía que hacer para calmar la situación, le pidió a su novio que se vaya a su casa, él se fue.
Fabian fue a la cocina, cogió un cuchillo, en cuanto se acercó a Maria, le apuntó en el cuello y le decía que si no estaba con el, ella no estaría con nadie más, Adrian se desesperó, no pensó solo actuó. Quizá no fue lo mejor que pudo haber hecho, pero no podía dejar que una inocente sufra por un despechado, mató a su padre, es por esa misma razón que escribió esta carta, desde una cárcel, «Creo que todos nos esperábamos que iba a pasar algo malo, pero nunca hubiese pensado, tal hombre, que alguna vez fue una buena persona y tanto ame, me habría obligado, de alguna manera, a elegir entre mi madre o el, no es que la prefiera a ella, sólo que esa vez el equivocado fue el. Quiero pedir perdón a mi hermana y a mi madre. pues todos cometemos errores y el mio es imperdonable, combatí la violencia con más violencia, pero ante esa situación, tenía que ser rápido y de un minuto a otro me convertí en un asesino. Espero que algún día puedan entenderme y aceptar mi decisión, no quiero vivir un minuto más con esta culpa que se apodero de mi, no sufran aseguro que ya no sufriré, las amo.».
Fin.
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