Aquella noche todo era mágico, la luna brillaba a través del gran ventanal frente a mi, mi madre estaba preparando la cena, mi padre por otro lado estaba por llegar del trabajo, mientras tanto yo me encontraba observando como la nieve comenzaba a cubrir los árboles y flores, la música de las series navideñas tocaban a un ritmo lento y pegadizo, me levante con prisa al ver el auto de mi padre estacionarse fuera de casa, abro la puerta y el entra, sonrió abrazándolo fuerte soltando un «papá!» felizmente, el me devuelve el abrazo para después apartarse y dirigirse a la cocina, voy tras él, ellos hablan de cómo le fue en el trabajo— mamá necesitas ayuda?—preguntó suavemente a lo que ella me dice que valla acomodar la mesa, minutos después ellos salen de la cocina y mi mama sirve la comida, nos sentamos los tres alrededor de la mesa, estábamos riendo por algunas cosas sin sentido, mi padre comienza a contarnos la vez en la que yo me había caído del coche, escucho el timbre sonar, me levanto abrir encontrándome con mis abuelos y tíos llegando con algunos regalos y comida, definitivamente esta sería una grandiosa noche, saludo a todos, me acerco a mis primos y comienzo a charlar con ellos tenía demasiado tiempo sin verlos, comenzamos a jugar por un rato «turista mundial» el ambiente era más que perfecto aquella noche, todos reíamos, los demás contaban anécdotas que pasaban durante el tiempo fuera, mis primos y yo escuchábamos atentos a los demás, volteo a ver a todos lados, era maravilloso poder ver a toda mi familia reunida aquí, minutos después Rose, Carolina, Emmanuel, Edmond y yo nos fuimos a jugar a la habitación donde había pista de baile, vídeo juegos entre otras cosas, Edmond y yo comenzamos a bailar algo común entre los dos «pillowtalk» era una coreografía perfecta para sacar cualquier sentimiento que tuviéramos, los otros estaban viendo vídeos o jugando, más tarde escuchamos que la abuela nos llama para comer algo de postre, hicimos una clásica carrera de «quien llegue al último es huevo podrido» y nos echamos a correr hasta el comedor mientras reíamos, mi madre servía las fresas con crema para después mi papá empezar a repartir estos, una vez todos sentados comenzamos a comer, el ambiente aún era cálido y acogedor, mi madre se levantó y sacó el álbum de fotos, todos comenzaron a verlos, había fotos de cada uno y con un pequeño texto por detrás—

Recuerdo cuando tire mi hermana del caballo —dijo mi tío a lo que mi mamá protestó para después todos reír, así me gustaba mi familia unida, más tarde de limpiar y ordenar todo, acomodamos las camas extras para que se quedaran a dormir aquí, los chicos y yo hicimos una «pijamada» en mi cuarto donde contamos historias de terror o estuvimos viendo películas casi la mayor parte de la noche hasta las 4:58 de la madrugada donde ya habíamos caído en los brazos de morfeo.—

Horas mas tarde nos levantamos a causa de un exquisito olor a hot cakes, fui la primera en salir de la habitación por si mi madre necesitaba ayuda pero ya estaba todo listo, cada uno nos fuimos asear para después bajar de nuevo y desayunar, todos de nuevo sumergidos entre risas y algunos comentarios, mas tarde ayudamos a recoger todo, al rededor de las 3:20 de la tarde mis abuelos y tíos se marcharon, había sido divertido mientras estaban y si me preguntan si volvería a repetir esta reunión pues la verdad si, mi familia es maravillosa—

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