El inicio de las Lamentaciones

Hola, lo siento si no me presente, me había olvidado de quién era. Me perdí en mi mundo como siempre. Es normal en mí.

Quisiera contarles mi historia, si es que quieren leerla. No los obligare, así que continuaré escribiendo bajo su permiso.

Nací y crecí bajo un techo amoroso, sin nada de especial. Tuve una infancia feliz y tranquila, con unos padres que me amaban y representaban mi mundo. Todo fue normal hasta que vi a mi padre cambiar de a poco. Él empezó distanciándose sutilmente, yo lo noté, pero no le di importancia hasta que se hizo evidente. Mi madre y él se peleaban continuamente. Trataba de no verlo, pero no podía evitar escuchar todo desde mi habitación.

Tiempo después entendí el porqué de todo, supe la verdad que me habían ocultado. Tenía un hermano mayor. Creo que lo sospechaba desde antes, al ver el nombre de Hijo Querido en el celular de mi padre y sus salidas continuas me lo confirmaban. Pero me negué a aceptarlo, traté de cubrirlo todo con excusas infantiles que me hicieron sufrir más.

Un día seguí a mi padre, no fue muy bueno lo que vi. Estaba con otra mujer y sostenía su mano, también la de otra persona más. Era un chico mayor que yo, pero parecía menor por sus actos inmaduros. No pude ocultarlo mucho tiempo. Tuve que contárselo a mamá. Ella se puso a llorar y me dijo que hablaría con él para arreglarlo todo. Allí comenzaron todas las peleas. Mamá no le dijo a papá que yo le había contado todo… ella me había salvado de una golpiza y un desprecio de parte de él.

Tuve que crecer y aceptar todo. Mis padres finalmente se separaron y yo tuve que adaptarme a eso. Sigo recordando lo que me dijo mi madre cuando le dije todo: ‘No pasa nada, solo recuerda que, no importa lo que hagas, solo adáptate a las situaciones que te da la vida y trata de sobrevivir, aunque sean tan duras y peligrosas que puedas morir al enfrentarlas.’

Esas palabras quedaron en mi memoria más grabadas de lo que yo quise.

¿Recuerdan a mi hermano?, yo si lo hago. Ya que después de que mi mama y la señora se aliaran y dejaran a mi padre, se hicieron amigas. Nos mudamos muy cerca de ellos y nos veíamos seguido. Yo no era muy social así que nunca hable con él. Él tampoco tenía intención alguna de entablar una conversación así que, quedamos así los dos sin hablarnos.

Y así pasaron los años, con una rutina cotidiana, hasta que pasó la desgracia.

Mi hermano, si es que así puedo llamarlo, había muerto en un accidente automovilístico. Fue cuando él iba en su moto, cuando un camión que se había pasado la luz roja lo embistió. Su cuerpo estaba destrozado. Para mi mala suerte, yo lo vi todo. Estaba dando una vuelta para despejarme de los problemas y paso todo. Desesperada empecé a gritar pidiendo ayuda.

Pero nadie me la dio.

Y para cuando había llegado la ambulancia, mi hermano ya estaba muerto. Los paramédicos me dijeron que él había muerto al momento del impacto, pero no les creo. Yo vi con mis ojos cómo sé movía y agarraba mi mano para despedirse. No pude hacer nada. No pude ayudarlo… no pude salvarlo.

Solo pude ver cómo agonizaba esperando su muerte en mis débiles brazos. Es horrible este sentimiento de culpa que siento en este instante. Culpa por mi debilidad, por ser cobarde y derrumbarme antes de actuar y ayudar a cambiar el desenlace de las tragedias.

Ahora tengo que sufrir el arrepentimiento. Arrepentimiento por todas las cosas que no hice con él. Pude haber creado recuerdos para consolarme si es que hubiera sabido que esto pasaría. Pero es imposible saber si ocurrirán este tipo de cosas.

No lo sabes, pero, estoy viendo su foto. Una foto hermosa que ha sido arruinada con esa cruz estúpida que les ponen a las personas al morir. Es el símbolo que nos hace recordar que él no está. Que nos hace deprimirnos con solo mirarlo. Que nos recuerda que ya no estará con nosotros. Que lo perdimos para siempre.

Debería dejar de llorar y superarlo. Eso, se lo dejare al tiempo que cura y olvida. Espero que escuche mis oraciones y me libre de este sufrimiento. Solo podre pedirlo el resto de mi vida…