MI UNIVERSO Y MIS SENSACIONES

Decido, inexorablemente, escribir este relato como si fuera un blog de viajes y las sensaciones que me provoca y todo lo que voy sintiendo según avanza mi experiencia. Disfrutadla, por favor!

SENSACIÓN UNO: LLEGADA Y ALOJAMIENTO

Llegamos a San Juan procedentes de Miami y, nada más aterrizar, me encontré una zona de mascotas en el aeropuerto: me encantó!! Debo ser sincera y decir que todo lo que tenga que ver con las mascotas provoca una atención poco proporcionada en mi.

A partir de aquí, fuimos a recoger las maletas y a buscar un taxi que nos llevara hasta el hotel que tan cuidadosamente había seleccionado para la estancia en Old San Juan: tenía unas ganas locas de comprobar si lo que me había enamorado de este espacio era real…Me había enamorado su ubicación, sus instalaciones, sus bañeras en la terraza y porque aún no conocía al personal que sino…también me habrían enamorado a distancia…gracias a ellos conocí el verdadero Old San Juan.

Las habitaciones son relativamente pequeñas y tienen todas las comodidades que una viajera como yo le pide a un establecimiento de esta categoría. He de reseñar que, como no me gustaba la habitación inicial que nos tenían preparada, nos cambiaron a una superior sin ningún tipo de inconveniente. El personal del hotel es joven y muy preparado y que muestra una atención al cliente de gran calidad.

Con respecto a las bañeras del rooftop, el agua está helada: qué chafada. jo**

Un apunte: creo desconocer una palabra que describa con exactitud la lentitud con la que se movía el ascensor; es de cristal y casi me daba tiempo a contar cada piedra de la pared…un tanto desesperante.

SENSACIÓN DOS: EL CALLEJÓN DE LA TANCA

Gracias a uno de los «corillos» que hicimos en el hotel, nos recomendaron ir a disfrutar de la esencia de Old San Juan en El callejón de la Tanca: creo que no seré capaz de describir lo que allí sentí..sólo de recordarlo se me ponen los pelos de punta!!!

Ahora os pido un ejercicio de imaginación y que os situéis en el escenari…y llegamos allí…dónde realmente pude sentir lo que significa «bailar de verdad», con ese sentimiento que las parejas portorriqueñas imprimen a sus movimientos: qué maravilla fue contemplar con una cerveza en la mano esos bailes excesivos, sensuales y tan llenos de vida…creo que la palabra envidia se me queda corta para describir lo mucho que me hubiese gustado «camuflarme» en el ambiente y saber bailar como se baila en el Callejón de la Tanca. Aquí empecé a enamorarme de Puerto Rico…Un DJ de lo más chungo, un espacio súper reducido para todos los que allí estábamos, creo que de los pocos turistas/viajeros ( y menos aún españoles) unas mesas típicas de cervecera bastante cutres… aquellos arcones de hielo que sabe Dios lo que allí habría, unas luces pésimas que hacía que aquel callejón diese más miedo que gusto antes de empezar a saborearlo…entré en trance, jajaaj!! Chicas bailando juntas, abuelas, niños…todos mezclados en un ambiente que a mi me impactó y, a partir de aquí, empecé a vivir mi viaje de una forma totalmente diferente: fue mi pista de lanzamiento!!

Si soy objetiva creo que se juntaron muchos factores para adorar esa experiencia en la Tanca y es que…descubrí la esencia de PR aquí…y no me equivoqué porque la revivo una y otra vez cuando me veo tomando esa Medalla (cerveza portorriqueña que, dicho sea de paso, no tiene nada que ver con mi adorada Estrella Galicia..)

Pasé varias veces siendo ya de día por el callejón y, una y otra vez, sentía de nuevo lo que estoy sintiendo mientras os escribo: una emoción inmensa que me hace desear volver cada día a Puerto Rico y es que esta isla tiene mucho que ofrecer y es una gran desconocida para nosotros. Se conocen más otros países caribeños, más económicos y accesibles y, creedme, nada tienen que ver con PR.

Si que es verdad que está lleno de americanos deseosos de sol (eso hace que no sea un destino muy accesible) pero cuando tienes la gran suerte de conocer la verdadera esencia de PR, no puedes olvidarte de este país ni un día y empiezas a relativizar el dinero.

Si tenéis el privilegio de visitar PR, no dejéis de ir a visitarlo y tomaros una MEDALLA a mi salud, por favor!

SENSACIÓN TRES: DESPACITO

A estas alturas de año, todos hemos bailado, escuchado, odiado y cantado una y mil veces DESPACITO, y, seguramente, si no se hubiese rodado allí el video, no hubiese escrito ninguna sensación del Barrio de La Perla dónde grabaron un par de meses antes de que yo tuviese la ocasión de visitar Old San Juan…He de decir que cuando yo llegué, aún no se había lanzado el HIT y el Barrio era un gran desconocido para la gran mayoría de la humanidad

El Barrio de La Perla se consideraba un barrio marginal, lleno de traficantes de heroína y que fue construido para alojar a los inmigrantes que llegaban a Old San Juan: un sitio al borde del mar donde tenerlos alejados, en su momento, de la zona más concurrida de San Juan. Actualmente, el Barrio ya no es así. Yo tuve la suerte de visitarlo (me dijeron que no lo hiciera de noche) y lo primero que te encuentras cuando empiezas a bajar la calle es un cartel de bienvenida lleno de color, lleno de vida y que anima nada más verlo. Las casas están pintadas de multitud de colores, colores luminosos inconfundibles en el Caribe, aunque parte de Puerto Rico limite con el Océano Atlántico y, de hecho, las rocas donde empieza Luis Fonsi el vídeo, son aguas atlánticas!!

Y me queda por hablaros de La Factoría, de Vieques y sus playas con unos atardeceres inmensos, de la Bahía Luminiscente…tantas sensaciones que me gustaría compartir con vosotros pero mil palabras, para una escritora aficionada como yo, se quedan en nada.

Llegada y fin de los servicios.