Eran ya las tres y media de la tarde. Senorina se puso feliz. La muerte se olvidó de llegar a la cita que tenían a las tres.
club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
Eran ya las tres y media de la tarde. Senorina se puso feliz. La muerte se olvidó de llegar a la cita que tenían a las tres.
OPINIONES Y COMENTARIOS