La luz entrando por los resquicios de la persiana se posa en mis pestañas.
Tú, a mi lado, como una pintura clásica posando en clarooscuros.
El reflejo del rubio de tu pelo sobre la almohada.
El olor dulzón de lo de anoche.
Tus manos asiendo las sábanas después de haber agarrado mi alma.
El calor dentro de la cama… ese que provoca marejadas.
Tu respiración acompasada…
mi despertar.
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