No signal (relato infraordinario)

Suspiro cansado y con calor reclinandome en la silla del escritorio, en el monitor una llamada silenciosa espera. Miro el techo blanco, la lámpara que debería cambiar y pienso.

Recuerdo el cansancio de las largas caminatas de una casa a la otra, el sabor del mate y el frescor del agua con mucho hielo que me esperan en la siguiente casa, cada verano arreglando los horarios para poder ver a la mayor cantidad de chicos posibles, es necesario, esperan que alguien los salve de la catástrofe de recusar el año, y esperan que ese alguien sea yo. El odio inicial y el miedo de no entender algo y la satisfacción de hacerlo al final. Las miradas curiosas de las madres que preguntan con la mirada ¿cómo va el nene? La bienvenida de las mascotas.

Hace tres años ya que no veo más que el techo blanco y la llamada en la pantalla.

Vibra mi celular sobre la mesa con la foto del ejercicio mal resuelto, suspiro de nuevo con una mueca de sonrisa irritada, no puedo enojarme con el muchacho, que no sepa sumar y simplificar fracciones cuando esta por entrar a la facultad definitivamente no es solo su culpa, me da pena, un poco de lástima, mucha ira con los adultos que lo rodean, entrar a la universidad que quiere su madre le conllevará mucho más sacrificio del que esta dispuesto a hacer.

Tomo el celular y le comienzo a grabar lo más detalladamente posible la resolución correcta mientras lo escribo en la computadora con la tableta digitalizadora, para enviarle una foto por mensaje.

Hace veinte minutos que se quedó sin wi-fi en la casa y nos quedaban cuarenta de clases, el examen debe rendirlo el miércoles, es sábado en la mañana, y si bien no quiere hacerlo la madre si, así que lo hace, esta gastando todos sus datos. Debo admitir que es un buen hijo, aunque se esté equivocando de camino, él y su madre que me llama cada tanto.

Levantarme y no tener que caminar veinte o veinticinco cuadras con treinta y dos grados de calor hasta su casa definitivamente es una gran ventaja, pero miro el techo y pienso, pienso en la humanidad que se pierde cuando no hay señal de wi-fi.