Este sueño como imponente amo me hace esclava suya todas las noches.
Por quien apago las luciérnagas, me somete tantas horas.
Me levanto tan súbitamente luchando contra las horas que van marchando a su ritmo y compitiendo con mis tareas.
Mientras me expongo al viento él me golpea; y comienza a cuchichear, como si fuera mi culpa hacerlo bailar.
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