PUEBLO VIEJO (infraordinario)

PUEBLO VIEJO (infraordinario)

Fue un día domingo cuando ocurrió algo extraño. Mientras los habitantes del pueblo se disponían a cenar muy tranquilos, se escuchó retumbar un sonido estruendoso en algún lugar, consecuentemente se sintió un movimiento telúrico, sacudiendo las casas, hasta apagar las luces de las velas. Por diez minutos el apagón se apodero de cada centímetro del pueblo. Los pobladores aterrados por la tenebrosidad, lo único que hicieron fue abrazarse entre ellos y murmurar el nombre de Jesús, pensando que este sería el fin del mundo. Cuando se restableció todo, el alumbrado público nuevamente ilumino el pueblo entero, todos los vecinos salieron de sus casas para ver qué es lo había pasado. Todos se dirigieron a la plaza principal, allí descubrieron que había caído un relámpago, por los olores a quemado, pero no fue eso la sorpresa, todos quedaron con los ojos desorbitados cuando vieron en la pared blanca de una casa el perfil bien delineada de una rosa negra, lo sorprendente de ello era que por todo su contorno se podía ver salir el humo gris, dando señales que recién se había grabado la imagen así de gigante en la pared. Todo parecía como si un pintor se había dedicado a dejar su obra de arte, para el asombro de todos. Nadie se atrevió a escudriñar con más detalle el fenómeno, en silencio volvieron a sus casas sin presagiar que desde ese día el pueblo sufriría algún cambio.

Efectivamente, desde aquel día en el pueblo comenzaron a suscitarse diferentes hechos extraños, que no tenían una explicación racional. Algunos ancianos trataban de interpretar a su manera, otros decían que es que hoy en día las mujeres ya no se alimentan de productos naturales como antes.

El suceso principal más sonado y comentado fue la infertilidad de las mujeres para concebir un hijo. Esto se volvió muy comentado, hasta echarle la culpa a la rosa negra, es la maldición de la rosa negra decían. A duras penas había en el pueblo de uno a dos nacimientos al año, realmente era un milagro concebir y llegar a tener una criatura. Algunos decían lograrlo porque habían hecho un sacrificio al dios tutelar apu tambraico (cerro empinado). La gran mayoría de las mujeres apenas estaba gestando de dos a cuatro semanas los perdían por extrañas circunstancias, por esta razón que no había muchos niños alborotando las familias. Quizá por eso la denominación del lugar “Pueblo Viejo”.

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