RELATO INFRAORDINARIO
6:25 marca mi reloj. El ómnibus llegará en 6 minutos. El aire se condensa al salir de mi boca y forma una nube de vapor blanco. Parece que fumara. Por un instante vuelvo a ser un niño e imagino que tengo un habano en mi mano. Le doy una pitada profunda. Ahora soy un mafioso y tengo frente a mi a un antiguo socio que me traicionó. Otra pitada profunda. Al exhalar el vapor, miro a mi enemigo una última vez y doy la orden de ejecutarlo. Mientras me rio de su suerte, llega la vecina y me saluda. Vuelvo a ser un adulto normal, en un dia normal.
-¿Que frío verdad? – Le digo, mientras llega el transporte que me llevará de nuevo a la rutina.
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