En la mañana de Año Nuevo, en la Puerta del Sol contrastan el olor a churros y chocolate caliente con el hedor a vómito, el arrastrar de escobones de los barrenderos con el callado y solitario tacón de aguja clavado en una alcantarilla.
En la mañana de Año Nuevo, en la Puerta del Sol contrastan el olor a churros y chocolate caliente con el hedor a vómito, el arrastrar de escobones de los barrenderos con el callado y solitario tacón de aguja clavado en una alcantarilla.
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