– Relato Infraordinario –

Posiblemente, alguien, alguna vez, en un momento de ocio, cuando su mente divagaba en la nada, prestó atención a un bolígrafo mientras escribía detalladamente y se preguntó ¿Qué había de maravilloso tras este sencillo instrumento?

He aquí una breve explicación, que surgió casi en las mismas circunstancias anteriormente descritas:

Un bolígrafo, a pesar de ser una herramienta de uso común, permite recrear bajo el serpenteo de su andar, historias manifestadas del mismísimo centro del ser de quien lo manipula, cuan títere en una función. El sincretismo emocional propio de su marcha, hace que sus movimientos sean diversos y sinuosos, al igual que los mensajes que expresa en un lienzo vacío.

Si tan solo uno se percata atentamente de su capacidad camaleónica, bajo la armonía de su recorrer y de la suficiencia que tiene para recrear una sinfonía conjunta, con el afecto personal del autor intelectual de quien la redacta, con simples líneas o dibujos propios de un idioma, posiblemente caeríamos en razón de apreciar las pequeñas y cotidianas cosas que nos rodean.

Por ejemplo, cuando los trazos son finos y suaves y, el sonido de ellos es imperceptible al oído humano, como una gota de rocío impactando en una hoja de un árbol; el bolígrafo expone las emociones positivas, relacionadas a la felicidad, a la calidez, al amor y a la dulzura del interior del sujeto. Y, sin embargo, cuando son transmitidos sentimientos ligados al dolor, a la ira, a la melancolía y posiblemente a la confusión; al igual que las lágrimas que caen desordenadas, los trazos se expresan desorganizados, gruesos, desesperados y agresivos, su sonido es áspero como si quisiera lacerar el papel y hasta quien sabe, el escritorio donde se desarrolla la exteriorización de tan caótico escenario emocional.

Estos pequeños detalles, como la melodía difusa y variada de la danza de un bolígrafo común sobre su propio escenario cuan artista, crean una dualidad perfecta entre la simpleza y la complejidad; como una obra de arte, o como el latir del corazón que mantiene la vida o como el funcionamiento de la mente del autor que crea maravillosas piezas con un instrumento insignificante y a la vez poderoso.

En pocas palabras, un bolígrafo es así de magnífico, pues, permite dar “voz” a aquello que un humano quiere enunciar desde el fondo de su alma y grabar en un medio externo, para atesorarlo, recordarlo, remembrarlo o simplemente liberarlo.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS