Estaba segura de que te vería. Eso deseaba. De forma presencial, no por las redes. Sentir tu caminar, tu risa; escuchar tu voz. En verdad, soy absolutamente vulnerable a ese espacio que compartimos algunas veces en el año. He percibido que eres un gran amigo de tus amigos, y un hombre absolutamente reservado en su manera de amar, desde que estás solo. Me atraes. Espero volver a encontrarte en ese espacio que compartimos pocas veces en el año, donde te veo real y lejano y me palpita fuerte el corazón. Una vez más, me vestiré de fiesta e intentaré descubrir el misterio del que eres dueño.
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