Los fantasmas no siempre quieren contar su verdad tal vez porque ni ellos la entienden en ese mundo que los circunda. Vi tu fantasma cada una de mis noches cuando te invoque y en un idioma neutro tratabas de comunicarte conmigo. Me dijiste que todo estaba bien. Que estabas en paz y tanta envidia me contagiaste que te quise acompañar.

Me dijiste que esperara. Un tiempo más. Sólo un poco más.

Es un capricho elevado el mío cuando como tú quisiera alejarme de todo lo mundano y mimetizarne junto a los fantasmas de una vieja bitácora contada por San la Muerte…

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