El queso que siempre nos orbitó (Infraordinario)

Empiezo diciendo que la luna (como ya hice mención en el título) es muy hermosa. De niño veía películas de planetas y podía observar la magnificencia de estos y cómo es que estaban orbitados por muchas pero muchas lunas, grandes y pequeñas. Esto me parecía muy genial, luego salía al patio a contemplar a la solitaria luna e imaginar cómo sería si hubiera muchas de ellas. Miles… por no decir millones, la han usado para comparar algo en la Tierra, una chica, una genialidad, poemas, etc. Pero todo esto se acaba, debido a que nadie hace poemas los 365 días del año, y mucho menos haciendo referencia a nuestra luna. A lo que quiero llegar es que la luna siempre ha estado ahí desde el inicio de la historia humana, ya seas creyente de Dios o no. Y debido a que siempre ha estado allí, la ignoramos la mayoría del tiempo. La traicionamos cuando deseamos aquellas vistas: 

La luna de por sí es perfecta, actúa como escudo ante los meteoritos, hace mover a los mares y océanos, estabiliza el eje de rotación de la Tierra, regula el clima, genera inspiración, etc. Todo aquello que ignoramos se hace una bofetada en la cara cuando nos lo enteramos. La luna siempre ha estado allí velando tus sueños y acompañándote en tus pesadillas. Ella ha sido como la madre que te defiende ante el padre Sol. Ahora la pregunta que me genera todo esto es… ¿Por qué deseo ver los cuerpos planetarios que están a millones de años luz teniendo a la luna?

Te quiero luna, por no decir te amo te dedico las siguientes palabras.

«Luna eres el ojo que vela por el planeta Tierra, eres la creadora del hombre lobo, de las brujas, de poesías hermosas y cuentos inmemorables».