Me pregunto por cuanto tiempo tendré el valor de mantenerlo ahì. Ver la silueta de la sombra que dibuja las letras metálicas sobre el marco, me remueve el puñal entre las entrañas, es como una alegoría a la muerte, es como el sabor a hiel tu recuerdo, como el fragor de las gotas de lluvia sobre los techos de zinc me retumbas en la memoria; como el plomo en un estanque de agua yaces dentro, y tan pesado me resulta, que exiliarte no puedo. Lo colguè con la idea de recordar el amor; pero a hurtadillas se deslizan como arena entre los dedos, pensamientos intrusos que solo generan dolor. Bueno; esta noche no, quizás mañana.
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