No quiero seguir viviendo. No sé para qué sigo aquí. Ya planté el árbol, subí en globo y escribí mi libro. Ya tengo a mis dos hijos criados. Así que puedo zarpar. No sé que me deparará ese destino, pero sé que me iré sin carga. No os preocupéis, estaré bién. Seguiré con vosotros cada vez que miréis el mar. Nuestro mar. Elegiré la playa desde dónde nadar mar adentro. Tailandia, Australia o Djibuti. De hecho, podría quedarme allí hasta decidir el día que partir. Me voy por los folletos de viaje.

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