Amor mío, pronto voy a ir a México. Te lo prometo. Uno de estos días, cuando yo me atreva y tú no te lo esperes, voy a reunirme contigo en Bahía de Todos los Santos, en Rosarito. Y quizás este sea mi último gran viaje, el definitivo, el mejor de todos, porque si cuando nos veamos sentimos lo que ahora en la distancia ambos estamos anhelando, yo sé que me quedaré a vivir contigo para siempre, para envejecer junto al Pacífico, amándonos a diez mil kilómetros de donde nací.
Te quiero Rosita.
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