El viaje que nunca hice

El viaje que nunca hice

Con las maletas en la mano, observo cómo guardas las tuyas, después me miras y sonríes.

Fantaseo viéndome a mí misma dentro del coche, con la cabeza ladeada hacia la ventanilla, sintiendo el tibio y placentero roce del aire sobre mi rostro, asombrándome, a través de mis grandes y oscuras gafas, de aquellos hermosos paisajes

-Este viaje no lo voy a hacer contigo.

Y giro sobre mis pasos, sabiendo que llevo en mi vientre una alegría más grande que la pena que dejo atrás.

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