Tendida en la hierba, bajo una lluvia de delicadas flores rosadas y abrazada por una templada brisa anunciando un renacer, es, donde yo me quiero ver.

Tradiciones ancestrales, Gueishas, leyendas de samuráis, quisiera ser testigo de este mágico lugar, abriendo todos los sentidos y su belleza admirar.

En la noche larga y oscura cuando no puedo dormir, visualizo a sakura y mi alma vuela allí, es su sueño, su destino, permanece en su interior, ella sólo halla consuelo, bajo el cerezo en flor.

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