DESHAOGO
1
Deshacía los humores del día
escondiéndolos en el armario,
―Eso anhelaba―
los envolvía muy bien,
los ataba con cuatro hilos.
Así fue llenando todo el lugar,
cuando armó el último bollo,
buscaba los hilos por todos lados
daba vueltas, miraba sin ver
sin tener en cuenta
que andaba a tientas,
sin pensamientos, sin dolor,
con el corazón.
2
Pasión…
golpea como el yunque
se bifurca y respira
se alimenta del barro,
del vino sobre la piedra.
Brota del pecho,
entre los instrumentos nocturnos,
como el trueno,
atraviesa el borde de las cosas,
se desparrama sobre el suelo
lamiendo la sangre
con la espada entre los dientes.
PAULO CHAIDER
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