Agua
¿Y si permito que comience la lluvia?
Darle fin a esta sequía,
Dejar que las gotas caigan lentamente,
Limpien todo lo que tocan a su paso,
Se abran camino por las grietas de mi cuerpo,
Le den de beber al desierto de mi alma
Y encuentren reposo en la tinaja de mi corazón.
¿Y si le declaro el fin al verano?
Tierra
Huele a humedad,
Se siente en las manos,
Se mete en las uñas,
Te fundes con ella,
Te vuelves niño
Y te permites reír.
Juegas,
Saltas,
Resbalas
Y Caes,
Duele su dureza,
Pero la abrazas,
Porque eres feliz.
Viento
Hoy grito a tu recuerdo,
Palabras que no existirán en tu memoria,
Hoy busco entre mis miedos,
Nuevas luces para mi farola.
Y el susurro me llega desde lejos,
Bailo con su roce,
Canto con su aliento,
Giro con su tacto,
Y te clamo a los cuatro vientos.
Yo te amé
Y dejé que todo volara,
Yo me amaré
Mientras mi voz suena opaca.
Y allí estás tú,
Brillando de vida,
Soplando en mi dirección,
Llevándome contigo,
Arrasándolo todo,
Dejando nada.
Fuego
Mi cuerpo es yesca seca
Esperando el roce perfecto de tus labios,
Intuyendo el camino anhelado,
Probando el sabor amargo del recuerdo,
Sobreviviendo a dosis pequeñas
De esta esperanza adictiva,
De verte una mañana
Y me consuma de alegría,
En una llama eterna,
Grácil,
Que irradia,
Que calienta,
Que derrite,
Y que se apaga,
Dejando ascuas para el futuro
Y humo para el pasado.
Seco aquí estoy
Esperando tus labios.
Vorágine
Y lo que comenzó como un susurro,
Arrasó con la cordura,
Me despejó de mis dudas,
Me lanzó a un abismo sin fondo,
Me caló hasta los huesos,
Y me depositó a tus pies,
Como hoja muerta,
Para fundirme en tu suelo
Y yacer allí
Hasta la próxima tormenta.
Fantasma
A veces,
Tu recuerdo me asalta en medio de la noche,
Como un relámpago.
Ilumina mi alma y me llena de una sensación cálida,
Que se extiende como un abrazo
Y me aferro a ello por minutos,
Que poco a poco suelto entre lágrimas.
A veces persiste
Y se mantiene en vela conmigo,
A veces debo despedirlo con furia
Y ceniza,
Para poder caminar,
Siempre sin mirar atrás,
En este purgatorio de amor propio,
Donde expío mi conciencia
Y busco mi voz.
Esa que necesita cantar tanto,
hilando notas,
sin saber bien,
Para qué o para quien
Y de nuevo
Un relámpago.
Miedo
Temo el día en que encuentre un hilo suelto en mi memoria,
Lo hale
Y se deshilache poco a poco tu recuerdo,
EL brillo de tus ojos,
el aroma de tu cuerpo,
la ternura de tu alma
Y me deje vacuo,
Sintonizando estática,
Siendo no más que un muñeco abandonado en una esquina
Vistiendo un saco de polvo y un sombrero de olvido.
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