Renunciar a este amor paranormal.
A tus ojos hambrientos y sedientos,
a la curva perfecta de tu risa,
a la necesidad perversa de besarte la boca
a tu voz, mi amada sinfonía
a tu sexo mi pórtico sagrado
al agua bendita que dejas caer en mi .
Renunciar a ti.
Al dulce hormigueo que provocas,
al festejo de cuerpos
a mi boca sumándose a tu boca
a tu piel que he nombrado mi nuevo continente,
a creerme tu geisha de occidente.
Renunciar a ti.
Al deseo que crece por mis dedos
a ese aletear de mariposas cuando tu voz me nombra,
a tu abrazo que disipa mis tristezas,
a que seas mi parque de estelas .
Renunciar a ti.
A este amor primitivo que devora mis modales,
a tu nombre en mi vocabulario
a que seas mi rio salvaje.
Renunciar a ti.
Vaciar a la memoria,
sacarte para siempre del paisaje.
Renunciar a este amor paranormal
que me inquieta la carne
y me habita los huesos.!¡
Maria Isabel Campos Quijano.
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