Qué se esconde en la mirada?

Qué es lo que en ocasiones no podemos ver con los ojos y el alma reclama?

Qué sentimientos aparecen velados delante nuestro,

algo que a simple vista esta al descubierto?

Dicen que los ojos son el reflejo del alma,

que trasmiten y expresan lo que nuestro espíritu esconde en el interior de su morada.

Qué no admitimos ante nosotros que los ojos reclaman?

qué nos duele, qué nos arde, que nos nubla la mirada?

Cuáles son aquellas cosas que no parecen ser muy claras?

Hay algo que nos invita a correr la mirada.

Nos traslada a observar dentro de nuestra alma.

Nos corre el eje del exterior al interior de nuestra nada.

Quizás no para encontrar cosas buscadas, quizás sea para derribar aquellas limitaciones, las cuales nos separan.

Es contemplar en la profundidad del alma, como un buceador nada mar adentro, sin escalas.

Es dejarte conducir por el espíritu hacia las inmediaciones de tu sentir en calma.

Es encontrar en ti esa armonía, tantas veces buscada.

Es cerrar los ojos a la crítica, para poder abrir el alma.

Qué quieren decir nuestros ojos cuándo miran a la nada?

No tienen rumbo ni dirección, se quedaron sin ancla.

Ya no saben si lloran, o es el agua de lluvia el que los baña.

Ya no saben si sienten rabia por lo que ven, o lo que les falta.

Pues a la vez que observan todo, parecen no poder ver nada.

Cómo abrir los ojos del alma?

Qué precisan ver, qué les falta?

Es como un juego a descifrar con pistas falsas.

Y no saben si llorar o si de alegría rebalsan sus lágrimas.

Es tanto el dolor que hasta le cuesta mirarlas.

Son lágrimas que se acumulan en su interior, buscando una vía de descarga.

Pero cómo llorar si te han robado hasta las lágrimas?

No hay peor dolor que aquél que anestesia el alma.

Es como ir acumulando daño, llega un momento en que no se siente nada.

Y quieres observar fuera, pero ya no encuentras nada.

Es el momento en que tus ojos te dicen contempla la nada de tu alma,

Pues es mucho más real que el todo de tu realidad materializada.

Cierras los ojos y descansas en la nada de tu espíritu, pues ya no necesitas observar,

Te riges sólo por tu alma.

Y empiezas a caminar por lugares desconocidos,

Y empiezas a crear sin nada construido.

Pues esta todo en tu interior, donde siempre ha sido instituido

Cierras los ojos y descansas, contemplas la fuerza de tu alma.

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