Cuerpos turgentes.
Deseo Insaciable
Aroma a lujuria,
pura vanidad
Esposa convocada
hizo caso omiso
a dicha juntada
Envuelta en los aires
de libertinaje
de igualdad promiscua
de banalidad
la llevó a pensar
qué podría hacerlo
de formar parte
de aceptar el trío…
Dio vuelta y más vueltas
pero no cedió.
Tal vez sus principios
tal vez la prudencia.
De nuevo en su casa
No escucha el sonido
del placer sentido
sólo lo imagina.
Plagada su mente
De imágenes vanas.
Sucias crueles
de risas profanas…
Y cuchillo en mano
se cortó las venas.
Con su propia sangre
formó un corazón
En la misma cama
que ayer compartieran
su mejor amiga y
su único amor.
El líquido rojo
fluía despacio.
Vivió la película de
toda su vida
desde ese momento
hasta su niñez.
Y se vio jugando
con su dulce madre
y en esa inocencia
recordó sus
sueños de ser como ella
ser pura bondad
buena compañera
y evolucionar,
compartir su historia
junto al que de niña
su corazón prendara.
Ya no hay vuelta atrás
Por más se arrepienta.
Se entregó a la muerte
Se dejó llevar…
En ese momento
él entra a su casa
buscando a su amada.
Quería explicar
que no había podido
estar con su amiga.
Que la amaba tanto
tanto y de verdad
de sólo pensar
quedó sin aliento.
Que al no compartir
ese sucio juego
que profana el alma
de toda verdad
mostró su grandeza
le quitó la venda
sintió ella era el sol
en su corazón.
Ella era su vida
su luz y calor.
Vendó sus muñecas.
La tomó en sus brazos.
La besó en los labios.
Labios aún tibios
con sabor a sal.
Mientras la besaba
con el alma henchida
le pidió perdón.
Sintió se arruinó la vida.
Vida tan preciada
y tan profanada
por un sin razón.
En el hospital lograron
su pulso volviera a latir.
El líquido vital corría
por sus venas
de luz se colmaban
espacios vacíos.
Volvió la conciencia.
Volvió la razón.
Por más los abría
sus ojos no veían
quedó ella privada
del noble sentido.
Mas no le importaba
la mano aferrada
a su gran amor
que de mil maneras le
decía entre llanto
que hasta que las nieves
del tiempo llegasen
él sería su guía
su fiel servidor.
Que hasta que las nieves
del tiempo llegasen
estaría prendado a su corazón.
Pasaron los días
pasaron los meses
jamás su promesa él rompió.
Una nueva vida
Creció en la entrañas
De la noble dama
fruto del amor.
Al nacer la niña
La abrazó con su alma.
Sintió los latidos
de vida incipiente
de inocencia pura.
Sintió la presencia
de Dios en sus manos
en todo su cuerpo
y entonces la vio
Vio a su bella niña
que la miraba
y le sonreía
y en esa mirada
no sólo a su niña.
En esa mirada
pudo ver a Dios…
I.N.R.I
“Igne Natura Renovatur Integra” (por el fuego se renueva la naturaleza íntegramente)
Da vueltas la rueda del ciclo sin fin…
La tierra reclama la vida acordada.
El fiel equilibrio de especies danzantes.
Sus células sufren, son parte del todo.
El hombre encargado de su protección
se mofa y destruye sin fe ni razón.
No escucha los gritos, ni siente el dolor
sólo ve su ombligo, su preocupación
del sustento diario, sin un ton ni son.
A costa del inocente y su sufrimiento
destruye y construye jaulas de cemento
luces de neón.
No más luz de estrellas, ni luna brillante.
El agua del río se pudre en represas.
Su cauce infectado como un basural.
Da vueltas la rueda del ciclo sin fin…
El azul del cielo se pintó de rojo.
Se extinguió lo verde. La muerte invadió.
Un calor intenso, de humo y dolor
abraza los cuerpos sin pedir perdón.
Y llega la calma. No más convulsión.
Silencio profundo se plasma en los vientos
en el corazón.
Da vueltas la rueda del ciclo sin fin…
Se renueva el aire, respira la tierra.
Despliega sus alas y de sus cenizas
vuelve a renacer.
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