Llueve…
Desde muy temprano llueve…
Es agua muy fría y muy fina
cayendo desde muy alto
tan alto que es imposible alcanzar la nubes
Nubes tan grises que lastiman la alegría
que entristecen la vida.
Y cada vez que así amanece
te extraño
Cada ruido que siento me sobresalta
Y te imagino llegando
Y te veo entrando
Y te veo…
pero no estás.
Para quien… no me merece
Si ya no estoy… si de algún modo desaparezco
Si me he convertido en un rayo de luz
Y ya soy parte del universo cósmico…
Entonces,
nutre con mis cenizas
la tierra amarilla de la siembra
Luego,
inclina la cabeza en despedida
Y entonces…
Vuélvete a la vida, a la esperanza…
Y me verás en la frondosa sombra del árbol
En su frescura, en su imponencia
En como penetran sus raíces en la tierra…
Pero…
No le digas que lo amo
No le digas que lo extraño
No le digas
Que lo perdono y le pido perdón
Que hoy llueve… hace días que llueve
y me falta su presencia
su aroma,
su calor,
su voz,
su manera de llamarme…
No hace falta… ya lo sabe.
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