Un fin de semana improvisado sin más planes que el destino poco concreto.

Un mar solitario y caminatas de consejos, meditación y filosofía se transformaron en un encuentro de risas, amistad y nuevas historias llenas de ironía.

Eso es lo lindo de vivir pensando que cada segundo es eterno, no hay más que un presente y abrazar todo aquello que viene.

¿Hay algo más? Soñar con otras vidas o que hay un sentido ajeno a los deseos lo dejo a quienes esperan, tienen o requieren falsos mundos resueltos.

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