Un pequeño ser lleno de vida y energía fruto del amor entre mi mujer y yo, un gran regalo que me llena de alegría e inunda de felicidad mi corazón.
El legado más valioso que dejo al mundo lo mejor de mí, mi hermoso heredero, el tesoro que custodio cada segundo con uñas y dientes, del modo más fiero.
El rey tirano de lenguaje balbuceante soberano indiscutible de mi hogar, sumiso, disciplinado y sin rechistar siempre le obedezco a cada instante.
Mi obra de arte, mi mayor bendición… mi hijo entre todas las cosas hermosas… yo elijo, a esta pequeña creación de Dios.
Mi paso por este planeta no ha sido en vano pues dejo mis genes en buenas manos, a este niño que es mi mayor devoción.
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