Hoy he decidido quemar todas mis cosas.
He quemado los libros, las agendas, los apuntes y diarios de la guerra.
También los diplomas y los títulos.
Una gran hoguera ha irrumpido en el jardín, llevándose consigo los muebles y recuerdos.
Si pudiera quemara las paredes, los techos y las puertas…
¿Por qué no?Pues ya lo he hecho también con las mamparas.
Si pudiera quemara la casa toda; pero es imposible sabes.
Porque está en arriendo.
En la gran habitación que un día fue el recinto;
no sólo está vigente el vacío que dejaste.
Ahora sólo quedamos, y siempre a media luz…
La TV, el video, un viejo anaquel de versos tristes;
y un par de filmes porno, para por si acaso.
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