En minutos morirá.
Una bala en las costillas
ha encontrado alojamiento.
Inútil garra: ¡no atinas
a tapar este agujero
por donde escapa la vida!
/
Soledad, va hacia ti.
Amigos idiotas miran
el tambaleo de este oso,
y aunque vieran su herida
y acudieran en socorro,
de nada le servirían.
/
No entiende este dolor.
Gime, llora, suda, grita
mientras se hace a la idea
que la senda que transita
se acorta, se hunde y estrecha;
se apaga mientras camina.
/
Por fin llega al pinar.
Ya le sientan, ya le estiran
estas ansias de morir.
Una bala en las costillas
le ha matado hoy aquí.
Adiós, bosque. Adiós, ira.
III Premio de poesía in-VERSO
OPINIONES Y COMENTARIOS