«El universo de las Almas Atrapadas»

«EL UNIVERSO DE LAS ALMAS ATRAPADAS»

Mi nombre es Holly, pero también Soy Alma,

Me rotularon de parálisis cerebral espastica,

Pero también soy Alma…

He estado atrapada durante nueve años,

Vivo detenida en un cauce sin salida,

En un cuerpo que no se mueve, no habla y no dibuja…

Mi sentencia es la muerte y mi condena la exclusión,

Los prodigios y milagros parecen no alcanzarme,

Pero también soy Alma…

Amo Sonreír, Jugar y Saltar,

¿Alguna vez han pensado que los cuerpos enfermos

son mucho mas que eso?,

Somos almas atrapadas en un Universo Invisible,

Un Mundo como el de ustedes,

Con algunas paraplejias y condiciones,

Pero también Somos Almas…

Cada día de mi vida me subo a ese árbol

al que mis piernas no pueden trepar…

Cuando vamos de campo y miro en mi

Silla de ruedas el intenso atardecer,

Entonces corro a recoger las ultimas hojas del otoño

Y las acaricio con las palmas de mi mano para

Recordarles que aun hay alguien que las considera vivas

Aunque de hecho se estén muriendo…

Y supongo que todos necesitamos eso,

Que nos amen a los ojos y nos susurren

Que aun estamos vivos…

Aunque de hecho, nuestro cuerpo parezca

Una roca dura, un vegetal sin aliento,

Pronto a quedar sin marcha…sin latido…

Quisiera que Alex y Mery supieran que si

Puedo jugar con ellos, que cada vez que

Estoy suspendida observando la búsqueda

del tesoro, voy detrás, y coloco las pistas

escondidas en un lugar mas visible,

Y cuando se abrazan para celebrar el

premio, yo me aferro a esa felicidad,

Aunque a la distancia me vean postrada en

Aquella silla, porque también Soy Alma…

Posiblemente mañana no exista

y para el mundo pase a ser un diagnostico mas,

una niña de la etiqueta especial,

La de la familia con problemas,

La de una madre que tuvo que quedarse a mi lado,

Renunciando a sus sueños…

Para cuidar de este cuerpo enfermo

de esta pobre y frágil niña

Como muchos lo han pensad,

Pero también Soy alma, y ahí esta mi Vigor

Mi fuerza, mi ímpetu…

Me encerraran por siempre en un ataúd,

Rodeada de flores negras, que se marchitaran

junto a mi rostro…

Pero Yo, jamas dejo de existir

Sigo siendo en la eternidad,

una inmortalidad infinita que no se sujeta,

a las leyes de la muerte física…

y Cuando el Sol se haya ocultado completamente

y Mi madre envuelta en dolor y luto

se refugie en mi habitación vacía y fría abrazando mis juguetes

Yo estaré allí, mirándola fijamente

y amándola…

Porque aunque mi cuerpo este ahora condicionado

en esta silla, y mañana en un entierro,

Yo, jamas, dejo de vivir…