El alba en Barcelona

El alba en Barcelona

Maclug Garcia

13/09/2019

LECTOR/A.

Tú que me lees,

eres la razón de mi escribir.

Me llevas en volandas
y así me haces feliz.

Cuando en la vida
es tiempo de tormentas,
vengo a ti y espero
que vuelva el agua quieta.

Pensando en ello,
estas palabras escribo.
Deseando que el tiempo
no las deje en olvido.

LA SIRENA

Estaba en la playa

cerca de las rocas

y del agua salada.

Vi salir una sirena

cantando al alba.

Era su voz

Una delicia dorada.

EL RÍO DE LA VIDA

Tiré al río

Una piedra

Para que volviera

Mi Vieja Amada.

Esperé en la orilla

Y no salía nada.

De pronto, una Ninfa

Salió del agua.

Era tan linda

Que fue mi Nueva Amada.

EL GALLO CANTA

El gallo canta

A las seis de la mañana.

Con su quiquiriquí

Le avisa a las gallinas

Que ya está de marcha.

VERANO

¡Qué triste y solitaria
es la vida del poeta!
Unos se van a la montaña,
otros de fiesta.

Él se acerca despacio a la playa
y la arena le quema!
¡Cómo va sin gafas,
tampoco ve tanta teta…

Sólo se alegra
cuando pone la toalla
al lado de una extranjera,
que, amable, le pide que le dé crema…

En la espalda…
otra cosa no crean.

LA FIESTA

Decirte Carmen
que se acerca la Fiesta
y ni tú ni yo iremos
al baile.

A tí porque no te deja la tierra
a mí
porque no me deja el aire.

Tú estás muerta, hermana,
y yo ando sin nadie.

¡Qué otros tiempos eran
los que jugabas a la calva
en el calor de las eras!
O yo pescaba truchas en el Esla.

BARCELONA

Y llegué hasta ti, una noche
llena de luz.
La que yo veía en tus calles
en tus coches.

Eras un mundo nuevo
que tuve que descubrir
en soledad.
Barcelona,
la ciudad de mis sueños.

Salgo a tus calles,

a tus plazas
y te encuentro.

Estás ahí, esperando
nuestro reencuentro,
el de la ciudad y el muchacho
que vino del pueblo.

Tengo,
tengo una deuda contigo
Barcelona,
la ciudad de mis sueños.

Cuando voy por Las Ramblas
me parece que sueño
y si llego a Colón
y al mar
en tus brazos me envuelvo.

Barcelona,
hoy a ti vuelvo,
tomaré café en el Ópera
y oiré el Liceo Nuevo

Tengo una deuda contigo,
Barcelona de mis sueños.


POR POCO

Os quiero contar
lo que me pasó en realidad:

Estaba yo
sentado en una mesa.
pedí un filete con patatas fritas,
eso es un pecado
para mi barriguita.

Pero comencé a comer
y se me acercaron
jóvenes raros.

Pusieron en la mesa
un mapa
encima de mi móvil
y me preguntaron:
la dirección de una plaza.

Mi móvil ya no se veía
y esa era la dirección que ellos querían.

Cogí el tenedor
el mapa y el motivo de su preocupación
Detrás tenía otro ladrón
que se acercaba a la cartera.

Los miré a los dos…

No sé lo que vieron en mí…

Quizás cara del barrio…

Cogí el móvil, los miré

Y les devolví el papel.
Se fueron renqueando
sin su botín.

Los remiré, pinché, ahora sí,
el filete
y comiendo seguí.

Es triste saber
que para comer
Tengan que robar.

DEL DICHO AL HECHO

Vengo aquí a cantar
la diferencia que hay
entre imaginación
y verdad.

Por ejemplo:
yo no tengo perro
y en mis poemas
lo hago ladrar.

Me paso la vida sentado
y voy volando
a la orilla del mar.

No veo las estrellas
en este cuarto cerrado
y lucen para mí
y para Ella

Que no está ni lejos ni cerca
simplemente para mí

como si no existiera.

Es la maldición del poeta
creer que lo que imagina
es tan bonito como lo que sueña.

Después dormido se queda,
otro día pasa,
otra Quimera.

A UNA DAMA

•A una dama
que se llamabaAna
y desapareció una madrugada
_

•Para ti, Emiliano Valdeaolivas,
para que la cantes
antes
que la dé por olvidada-

La vi en la playa
sólo sé decir
que sus rayos
más que la luna alumbraban.

Cubría su cara
con un sombrero
que sus ojos negros
verlos no me dejaban.

Todo un misterio.
Le pregunté su nombre,
no me supo responder,
salió corriendo.

Se quedó cerca
me miró y sonrió,
Creí ver las estrellas
Era de mi corazón el hada.

Venía a calmar mi dolor,
no se acercaba,
me miraba con pasión.
y en la distancia me daba su amor

Yo miré al cielo
respiré,
dejé que la sombra se fuera,..

Un día la encontraré…
en cada mujer que me quiera.

Iré con ella al Wella
y desde allí
veremos las estrellas.

¡Son para ti,
mi pequeña,
cógelas antes que amanezca!.

BELLADAMA

He quedado extasiado
mirando
tu sonrisa de verano.

Tus sonrisas,
que son varias
y distintas A cada cual más bonita.

¿Quién es esa Dama,
tan linda,
que no he visto ninguna igual
ni en bailes
ni en comidas…?

He ido a encontrar,
sin buscar,
una Bella Dama.
detrás de una sonrisa.

Si Cupido oyera
mis súplicas
y clavara en tí
sus flechas,
sería para mí,
la felicidad completa.

MARI CARMEN

Nacimiento


Una mañana fresca del dos de Agosto
salimos de casa para ir a segar
nuestro padre, tu hermano y yo.

Tú estabas a punto de llegar
a nuestra casa del pueblo.

Nuestra madre sintió los dolores
del parto.
Llamaron a la partera,
la señora Felisa,
y comenzaste a nacer.

Nosotros ya estábamos lejos,
segando en Valleviejo.

Volvimos a mediodía
y teníamos por hermana
a una niña.

Rubia de ojos azules
y en los labios la sonrisa.
Llorabas porque querías mamar

Y te negabas a dormir
en aquella cuna
de la habitación oscura.

Pero te callabas cuando sentías
que te acunaba.
Eras nuestra muñeca del alma.

Pasaron pocos años y leías
y cantabas
y recitabas en la Iglesia
con voz alta y clara,
versos a la Virgen, a la que adorabas.

Tuviste varias maestras en Bretó
porque ya se había muerto Doña Juliana.
Después en Benavente
en el Colegio de las Hermanas.

Pasaste en Zamora al Amor de Dios
y de allí a Barcelona.
Aprendiste catalán y lograste ser
de las primeras de tu Promoción
de las que adquirió Acceso Directo
a las plazas de Preescolar

Las primeras que el Estado español
creaba para niños de tres años.

Tu corazón estaba con los débiles
y fuiste profesora de Educación Especial
niños autistas, disléxicos,
con dificultad al hablar…

Así te pasaste años en los barrios de Gavá.
Pero querías a nuestra tierra
y lo mejor, en tu juventud, le quisiste dar.

Fuiste a la montaña
donde nace el Sil
Después volviste a Benavente
como profesora de Enseñanza Infantil.

Pocos años, pues te llamó la Parca,
y te fuiste con ella antes de tiempo.
Tu alumnas lloraron tu ausencia
y nosotros tus últimos sufrimientos.

Pero hoy hablamos de tu Nacimiento,
Paseaba esta tarde por la playa
y había un coro de niñas vestidas de blanco
alrededor de unas velas.
Cantaban “Feliz Cumpleaños”
y sus voces subían a las estrellas,
al lugar donde estáis
los Bienaventurados.

Me uní al coro y canté
para que me oyeras,
entre el humo de las velas

.
Al pasar por allí, recordé
cuando volvías a Bretó
y a todos saludabas.

Tenías siempre en los labios
para cada uno una palabra agradable
Una sonrisa que darles.

Cuando existe alguien como tú
hasta se alegran las calles
y los vecinos esperan a que vuelvas.

Tu espíritu no se ha ido
está presente.
Y lo estará en todos los que te recuerdan y en la mente de éste tu hermano que le parece que naciste ayer cuando el verano nos sorprendió con tu bella presencia.

Mari Carmen García Romero sigues en nuestras mentes joven y bella.

Así te recordaremos los hombres y mujeres de nuestra tierra.

Y tu hermano lo cuenta

esta noche de verano
para grabarlo en las estrellas.

EL JUMENTO

Unos amigos fuimos
a la fiesta de un pueblo,
de cuyo nombre
no me acuerdo,
en un borrico muy pequeño.

Era muy inteligente
el asno canelo
y tan bajito
que llegábamos con los pies al suelo

El burro no podía con todos,
éramos los mozos de medio pueblo
así que la mitad del camino
la pasamos en el suelo.

Unos porque habían bebido,
otros porque al saltar encima
al burro lo pasaban e iban
a caer delante del jumento.

Llegó en coche el médico,
al vernos en medio de la carretera,
nos obligó a ir
por un sendero.

Elegimos quien nos guiaría
y el que más sabía
fue el jumento.
que por aquel camino
todos los días volvía
llevando en su lomo al carretero.

Cuando llegamos a casa
nos estaba esperando
medio pueblo,
alguno con la tralla.

El dueño del burro,
al que se lo habíamos
sacado del corral,
nos quería cobrar
el viaje y el desgaste
del animal.

Si la mitad del camino
llevamos al pobre asno en brazos…

Las chicas, mientras tanto,
no nos hacían ni caso.

LAS FIESTAS DE ANTAÑO

De cuando un amigo perdió un zapato.

Hace muchos, muchos años
íbamos en burro
a los pueblos cercanos.

Pasábamos el río
por el vaho.

Quedaba el asno en el prau
(palabra leonesa)
y pasábamos al otro lado

Los pantalones fuera
el calzoncillo mojado
los zapatos en la mano
y la camisa donde se pudiera.

Oíamos la música del baile lejano
y no había corriente
que nos paraba, ni el más majo

A veces
llevaba el agua algún zapato
y descalzo
se presentaba el bailarínpidiendo un abrazo.

Merecía la pena,
a las chicas de aquel pueblo,
que no nombro,
por dejarlo callado,
les gustaba bailar con los forasteros,
aunque estuvieran mojados
y fueran descalzos.

¡Cuánto me hubiera gustado
tenerte cerca de mí
que me hubieras llevado en tus brazos y amarte hasta dormir.

Porque al llegar a casa
estaba el padre esperando con el carro
para ir a acarrear.

Y medio dormido cogías el bálago
que a mediodía había que trillar.
cuando más calor hacía y te dormías trillando.

IGLESIA DE BRETO

No sólo son piedras viejas,
cerca de la Vega,
de Bretó de la Ribera.

Esta gran iglesia
hecha en un pueblo tan pequeño
mi infancia me recuerda.

Veo los nidos de cigüeña,
las oigo machacar el ajo,
volar con las alas viejas.

ENTRE JARAS Y RETAMAS

Que de noche, era de noche
y la luna alumbraba,
cuando se fueron los dos
entre jaras y retamas.

Ella tenía su cuerpo toda la salsa cubana
Él, la cara gitana.
Los dos de amor temblaban.

Que de noche era de noche
cuando la luna alumbraba… Los dos enamorados se perdieron
entre jaras y retamas.

FUISTE EL VIENTO QUE GUIÓ LA VELA

¿Qué pronto acabó la miel de tus pechos
de darle de beber a mis labios!.
Pasaron los años,
como pasan los rayos
y a trozos el corazón fuimos destrozando.

Fuimos dejando hilar a la Vieja
que mató nuestro día a día.
No bastó amar
para nuestra convivencia.
Así pasó Nuestra Segunda Vida.

Como un soplo de sal en el mar inmenso
te reconocí al instante.
Fuiste el viento
que guio la vela
de aquel barco cercano y distante.

Céfiro que soplabas todas las tardes
sobre el tejado de la existencia
de aquella pareja
extraña y vieja.
No bastaron los dulces frutos de la infancia.

La madurez lleva mochilas a la espalda
que Febe no puede hacer brotar.
Ni toda el agua del Ponto,
que junto a ti habita
Podría lavar la sangre de mis heridas.

Ha llegado la Aurora, la de áureos brazos,
Iluminando mi mente.
Dejo al corazón hecho pedazos
Mientras avanzo hacia mi gente.
Por caminos de asfalto, Odiseo vuelve.

Dejó en Occidente a la diosa Calipso
a la que amó y fue amado.
Pero fue la mensajera Iris
la que me arrastró hacia mi esposa muerta,
hacia su hijo, en una Patria Nueva.

Es en los dulces brazos de Hera
donde él quiere reposar.
Buscando la tranquilidad
que Afrodita divina
y todas sus artes, no le pudieron dar.

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