La fuente de sodas

Me encontraba de vuelta en el pueblo, todo ha cambiado con el pasar del tiempo, las calles, las tiendas, los parques y aquellos lugares que solía visitar, la vieja fuente de sodas donde solía pasar mis tardes con ella ahora se ha convertido en un insólito bar.

De frente al bar sentí un impulso que me insta a adentrarme en los confines de ese establecimiento que lleva en su historia muchos de mis mejores recuerdos, las brisas del viento soplaban suavemente haciendo que mi pelo se ondeara de lado a lado, me acerque mas a la puerta y deseaba volver a esa época junto a ella.

Al tomar la manilla de la puerta miles de recuerdos invadieron mi mente, como destellos en una noche de fuegos artificiales, entonces recordé a Eimy Stirling, una chica realmente hermosa de ojos claros azulados casi grises, su pelo largo color castaño, ella no era de estatura normal y delgada, simplemente su actitud y forma de ser fascinaba a la persona que la conociera.

Tras un segundo me adentre en el lugar y observe a personas que jamas había conocido en mis tiempos.

Me acerque a la barra, simplemente deseaba retomar algunos recuerdos de la fuente de sodas, pero en el instante que me senté en el frió banco metálico mi corazón se detuvo por un momento al ver la chica que salia tras una cortina que llevaba hacia lo que parecía ser la cocina, aquella chica se me hacia familiar, sus ojos, sus labios, su pelo castaño, su mirada y su sonrisa, Ella llevo su atención a mi.

Ella era Eimy Stirling, no había cambiado mucho, se había convertido en toda una mujer…

– ¿desea algo de tomar?

Mostré una leve sonrisa aunque muy en el fondo me preocupaba que ella se hubiera olvidado de mi.

– ¿Acaso en este lugar ya no hay malteadas que tomar?

Ella en ese momento se mostró un poco curiosa y luego se sorprendió, al parecer me había reconocido.

– ¿Acaso eres Ben?

En su rostro se marco una sonrisa, entonces empece a recordar muchas cosas, las calles siempre solían ser floreadas, con nuestros amigos siempre solíamos salir y recorrer todas las calles del barrio con nuestras bicicletas, haciendo competencias, corriendo de un lado a otro, los juegos nunca estaban de mas, las calles se mantenían llenas de vida, y siempre a las 4:30 pm todos llegábamos a la fuente de sodas a relajarnos.

Pero ahora todo ha cambiado, los niños ya no van a los parques, toda la tecnológica los ha convertido en una especie de ermitaños.

Siempre sentí amor por Eimy, pero tenia temor a que las cosas entre nosotros cambiaran, una tarde a solas con ella tuve la oportunidad de confesar todo lo que por ella sentía, pero me detuve, el tiempo nos fue distanciando, la universidad, el trabajo y las responsabilidades con las que jamas quise contar nos alejaban cada vez mas-

Esta vez la he vuelto a encontrar, no puedo dejar ir esta oportunidad? no me lo perdonaría si todos estos años me he arrepentido de no haberle dicho cuanto la amo, es como un fuego que me ha consumido por dentro, he estado esperándola desde hace mucho tiempo.

– Si, soy ben y tu has de ser, Eimy cierto? realmente estas hermosa como siempre.

-Esa misma soy yo, me encantaría hablar contigo ben, hay tantas cosas que quisiera decirte, pero por favor no te vayas, espérame en la primera mesa que esta desocupada y entonces pronto terminara mi turno y podremos hablar. ¿Te parece?

Al escuchar sus palabras, me empezaba a sentir confundido, hay algo que quiere hablar conmigo, sentía nervios de lo que podría ser pero me levante del banco y por instinto sonreí, hace mucho que no solía sonreír de esa manera.

-Eimy, te esperare todo lo que tu quieras, en el momento que tu quieras…

No se porque había dicho esas palabras, pero ella simplemente asintió con la sonrisa mas alegre del mundo y fue a atender a los últimos clientes de su turno, yo me dirigí a la mesa y me senté en esos sillones amueblados, la observaba a la distancia y en mi mente pasaban miles de escenas en la que ella se acercaba a mi y conversábamos y entonces podía decirle todo lo que yo siento y siempre he sentido.

Pasaron aproximadamente unos 20 minutos, Se escuchaba una canción de My Chemical Romance – Summertime.

Ella llego y se sentó a mi lado, su mirada se encontraba algo desorientada por alguna razón, las palabras no querían salir, me acomode a un lado para verla de frente como siempre solía hacer y no quise esperar mas, mi corazón se encontraba a mil latidos por segundo, respire profundo y la mire a los ojos encontrándome con su mirada.

-Eimy, perdóname por haberme ido, crecimos muy rápido, pero escúchame atentamente. cuando las luces se apagan en la ciudad siempre sueño contigo, han pasado 6 años desde que nos alejamos pero la verdad es que yo siempre te he amado, no se si me llegaste amar, no se si tienes en tu vida a alguien mas, pero te digo que aunque el tiempo pase y mas te alejes yo mas te amare porque estoy aterrado de que te vayas, pero he imaginado miles de escenas en la que te vas y creo que ya estoy acostumbrado, entonces no me arrepiento de decirte te amo, porque lo he ensayado, es verdadero y siempre seré el chico de antes porque tu me sacaste de mi sufrimiento y de alguna manera me salvaste, y te agradezco por eso.

Ella al escuchar aquellas palabras empezo a llorar no entendia el porque pero el silencio y su mirada explicaba mas que mil palabras, entonces ella me abrazo y senti que en ese instante el mundo podria acabar y seria feliz porque pude decir lo que tanto he guardado…

-Idiota tardaste mucho, yo siempre te he esperado a ti, porque yo tambien te amo…