*Flashback*
Estaba observando mi pueblo hasta que un grito me saco de mis pensamientos.
– ¡Samanta! Es hora de irnos. – dice mi madre desde la planta baja.
¿Irnos? ¿A dónde? Mi cabeza daba vueltas mientras buscaba una respuesta del porque saldríamos… ¡oh no!, lo había olvidado, olvide que fecha era.
15 de enero, para ser exactos, de 1930, me encontraba en la segunda planta de mi hogar, desde ahí pude sentir la emoción del pueblo, por las fechas que comienzan a llegar, desde hace unos meses contábamos los días para que nuestra alegre fiesta llegara, y yo, lo había olvidado.
Chiapa de Corzo, este es el nombre de mi lugar de origen, de mi hogar, está ubicado en el hermoso estado de Chiapas, ¿República? Mexicana.
¡Ay, mi localidad! Tan linda, tan cálida.
¿Han oído hablar de Chiapa de Corzo? ¡Dudo que no!, tan conocido por sus costumbres y tradiciones, pero… nadie conoce más allá de lo que sale en la televisión, en el periódico o en las revistas, Mi Chiapa, es un lugar tan acogedor, lleno de calles que nunca dejan de celebrar, este lugar lleno de leyendas y mitos, nunca para de sorprendernos, vez muy tranquilo a mi Pueblo, pero, muy dentro, hay personas que se fueron sin avisar si volverían.
Nosotros los chiapacorceños nos vestimos de colores, olores y sabores, especialmente en estas fechas, por nuestra GRAN FIESTA DE ENERO que orgullosamente compartimos año tras año mostrando la rica gama de manifestaciones culturales que la hacen una celebración única.
Esta gran fiesta de enero, representa para nosotros, la gran oportunidad de reunirnos y de recibir a quienes nos visitan en un ambiente emotivo, con la hospitalidad y calidez que nos distingue.
-Espera Ma, deja anoto algo más. – digo gritando para que logre escucharme, agarré el cuaderno nuevamente y escribo:
Decidí comprar este cuaderno, para llenarlo acerca de cosas de mi Pueblo, al final de escribir todo acerca de esta fecha (15/01/1930), daré este cuaderno a la persona que crea correcta para cuidarlo, quiero que esa persona realmente conozca a Chiapa de Corzo desde su esencia y no al «Pueblo Mágico» del televisor.
Este es un día realmente perfecto para relatar sobre mi hogar, las calles de Chiapa se visten de alegría por la fecha que se aproxima: El gran día de nuestro Patrono San Sebastián Mártir,
Hoy es el día en el que nosotros los habitantes nos vestimos de colores, es decir, nos ponemos nuestros trajes de Parachicos o chiapanecas para anunciar la fecha que se aproxima: El gran día de nuestro Patrono San Sebastián Mártir.
Cerré mi cuaderno, agarré mi mochila y metí lo que usaría: Bolígrafo, Cuaderno y Cámara fotográfica.
Baje a la segunda planta encontrándome con mi madre cruzada de brazos mientras me miraba.
– ¡Al fin! – dice exagerando. – Pensé que nunca bajarías.
Reí y llegué hasta ella.
-Vamos, hoy es un buen día para caminar en todo Chiapa. – sonrió y la jalo hasta llevarla a la puerta de salida.
– ¿Estás diciendo que haremos todo el recorrido de los Parachicos? – dice ella viéndome.
-Así es, Ma, espero que hayas traído zapatos cómodos. – digo sin despegar la vista de la calle.
Emprendimos nuestro viaje hacia la casa del patrón de los parachicos, de vez en cuando sacaba mi cuaderno para dejar cortas notas del camino.
Al llegar al punto de reunión, nos costó entrar a la casa, la razón es fácil y sencilla de adivinar: ¡LA CALLE ESTABA LLENA DE PARACHICOS!
Puedo asegurar de que habían más de 2000 personas vestidas, me encantaba ver a mi Pueblo tan emocionado con esta celebración inigualable.
Después de un largo, pero, muy largo rato, el recorrido empezó, y ahí íbamos, viendo desde la acera de las calles que pasábamos, ya que, literalmente, toda la calle estaba llena de personas vestidas y personas que acompañaban el recorrido.
Decidí sacar mi libreta para anotar cada detalle de las cosas que veía, después de anotar acerca del zarape que me encanto, decidí escribir esto:
«Justamente estamos pasando por una de mis calles preferidas, ¿Saben por qué es mi preferida? Porque… desde la mitad de la calle, tenemos una vista maravillosa en este día, al fondo, se puede ver la Iglesia del Calvario que está en lo alto y el 20 de Enero se disfruta más ver como la calle se llena de los Parachicos, simplemente, Mi Pueblo me encanta, y no solo era mi Pueblo, si no sus personas.»
Grethel Gnay Pérez García.
Caminamos un buen rato, viendo todas las maravillas y me di cuenta de algo así que lo escribí en mi libreta:
«Nuestra fiesta es alegría, pasión, entrega y orgullo de nuestro pasado, amor por nuestra identidad, pero también significa ritual, respeto, música emanada de las maderas de la marimba, el tambor y el carrizo que nace de la orilla del río grande, sonido de cohetes que rasgan el cielo para anunciar que estamos alegres de nuestras tradiciones, sentimiento que preserva lo puro del zapateado y los cantos de los alabados que nacen del alma, amor a nuestra costumbre y orgullo de los naturales antiguos por preservar nuestra tradición.»
El recorrido paso muy rápido, y comprendí que estábamos pasando el más increíble momento, sin pensar que no volvería a suceder hasta el año próximo.
*Fin del Flashback*
Mirando el ayer, vi como no pude dar todo por mi Pueblo, pero, ya no hay camino por delante para mí.
Y ahora aquí estoy, contando cuanto ame a mi pueblo, mi hogar, y como algunas cosas son muy importantes para olvidarlas, se guardan dentro del corazón.
Tomé un último respiro en cuanto le dije a mi hija mi punto de vista acerca de nuestro Pueblo, recostada en la cama de mi habitación.
Cuida esto por mí. – logré decirle esto mi hija.
Simplemente, logré darle mi cuaderno a la persona correcta.
Tomé un profundo suspiro, sin saber que era el último, le sonreí a Isabella y cerré mis ojos una última vez.
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