Fue al encontrarme contigo
Que dejé de tener prisa.
Y si te perdía de vista
Y te buscaba
Cuando te encontraba
Mi mirada se iluminaba
Y de mis labios, tu nombre brotaba
Serenidad, una y otra vez serenidad
Y en mi ser invadido
Por caminos tristes y oscuros
En cuyos territorios, dominaba el miedo
Llegaste tú, y extendiendo tu mano, me rescataste.
Y de mis labios salió una sonrisa
Que iluminó mi día a día
Y a tu lado, valor una y otra vez
Valor para seguir
Porque ahora se que lo mejor está por venir.
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