Querida mamá.
Han pasado algunos años de nuestra despedida, aquella, que dejó una profunda herida en mi alma.
Es difícil caminar sin ti, sin esa voz que hoy está en mi memoria. Aún me atormentan aquellos recuerdos, esos que van y vienen como las olas del mar.
Lamento que mis hijos no podrán conocerte, les hablaré de ti, les contaré cómo eras, y a esos pequeños que conociste, no dejaré que te olviden.
Ha sido duro el proceso, ese, que cambió mi vida, pero hoy ya no quiero recordar tu partida.
Hoy Quiero recordar tus pacientes cuidados, tu ejemplo de trabajo, estudio y superación, quiero recordar tu aroma y esos abrazos, quiero recordar tus enseñanzas, que me han hecho ser quien soy.
Quiero seguir vislumbrando tu sonrisa, esa, que se ha ido, pero quedó guardada en lo profundo de mi corazón.
Junto al mar, no hay mejor forma de recordarte, con la suave brisa que besa mis mejillas, imagino que eres tú, que está junto a mi.
Gracias por ser mi madre.
Quién te ama por siempre, tu hija…
Estefany C. Da Silva
Dirección: Av. Recuerdos Nro. 0102-2106 al fondo del corazón.
Fotografía: Choroní, Estado Aragua, Venezuela.
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