POSTAL DESDE CANAIMA

ANVERSO:

Siempre, Canaima

REVERSO:

Amado mío:

He vuelto a esta tierra de ensueño. El agua cae a raudales. El verde es exhuberante y acogedor. Las enormes mariposas aletean su danza mágica. La naturaleza se presenta virgen y pura. Aquí sobrevolamos juntos los tepuyes y ¡fuimos tan felices! O eso creía yo.

He venido para enterrar tu amor. Supe que usabas la misma cabaña para traer a todas tus conquistas. Hasta los guías eran cómplices. El discurso político fue una estrategia de seducción. Así pues, planifiqué mi venganza.

Cuando te lleguen estas líneas, todo habrá acabado. ¿Qué culpa tengo yo?, si te pusiste en mis manos como reconocida cirujana. ¿Qué culpa tengo yo?, si en la intervención quirúrgica por una hernia inguinal tuve que manipular tus genitales. Sutilmente corté más allá de lo obvio, y nadie se percató.

Mientras te despertabas de la anestesia fui directa al aeropuerto. Hoy he llegado a nuestro supuesto rincón secreto, echo tierra a nuestra historia y a tu capacidad de amar. ¿Qué mejor entorno para sepultar tu pieza, aquel que tanta satisfacción te proporcionó? ¿Qué culpa tengo yo?.

Remitente: Ana de Ulloa

Destino: Juan Tenorio, C/ Tirso de Molina, 22 Sevilla ESPAÑA