Estimados Bulliciosos, ¡GRACIAS POR TODO!
¡De verdad que me sentí como EN MI CASA!
Sobre el jabón: ¡Nunca había cargado jabón en mi maleta!
Y curioso esta vez me sirvió en Francia porque allá no acostumbran, en esas casas de retiro, poner jabón. ¡Así qué me sirvió! Ante esa experiencia me dije: lo sigo cargando. Y había que acabarlo allí en España… pero no alcanzó el tiempo.
Sobre el dentífrico: ¡Qué vergüenza! ¡Cómo me iba a traer eso!
Sobre el pañuelo: Era mejor dejar unos “MOQUITOS” para que me recordaran.
Desde las montañas de Sierra Morena, en Bogotá, me place saludar a toda la familia —incluido Jirafita— que se está poniendo las pilas para darle solidez a ese amor…
Me voy para misa a encomendarlos para que «se conviertan»… Jajaja.
Felicidades y bendiciones,
Jairo “el otro”.
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