A mi vida

8 de diciembre del 2019

Querida esperanza

En cada viaje llevó tu fotografía, la brisa del viento grita tu nombre, tengo un amuleto que me regalaste el día de mi cumpleaños. Observó aquellas marcas en los árboles, los niños van perdiendo las ilusiones. Mi madre me mira desde el cielo, me inspiran para escribir, voy imaginando su sonrisa, cuándo mirabas las flores amarillas.

Cerró mis ojos para no observar la maldad del ser humano, mi corazón y mi alma saben necesito tus consejos. Recuerdo su rostro angelical, tus lágrimas eran cómo manantial, si no te hubieras ido seríamos tan feliz. Tú estás siempre en mí menté, sé que algún día volveremos a encontrarnos y nadie podrá separarnos.

Voy a guardar tus recuerdos, dejó una flor en cada lugar que voy. Sé que ella nunca me olvidará.

Te amo.

Martín

P.D. Sé cuanto estabas a mi lado nunca te dice que te quiero, pero si te amaba aunque no lo demostraba, si muero cien veces mis sentimientos por ti jamás podrán cambiar. Quien diría escribíamos cartas para expresar el cariño.