Padre dice que ya está todo arreglado. Hassan me espera en cinco días en el Líbano. Será un viaje a pie, no hay que ir muy cargado. Pondré el kaftan de bodas de mi madre.

Suena una sirena. Madre grita, me hace señas de que me apure, no puedo. Tío Samir cierra la puerta del subsuelo, acompasadamente, estalla la casa de Alan.

Las paredes se retuercen, me aplastan contra los escalones. Un tibio río se desliza por mis piernas, será que no aguanté? Hassan no va a querer a una niña desgraciada.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS