Marina ya hizo todos los viajes, en realidad sólo cuatro que deseara, la luz del Taj Mahal, la fuerza de Niágara, el asombro de Petra y la serenidad de la Muralla China. Hizo otros muchos, quizá 10 ó 20 más.

¿Qué le queda ahora?

¿Los muy lejanos, los pequeños, los interiores, los que dan miedo, los sorprendentes, los que hacen feliz, los imposibles ya, los de mil y una noche, los locos …. o los cuerdos? Sin duda, los que pueda pintar.

No sé los que le quedarán, posiblemente Todos los demás.

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