Aquel día en la estación contemplando como me esperaba el ultimo vagón de tren, que debía coger camino a mi retiro espiritual, para llevarme algunas enseñanzas de que como sobrevivir en este mundo. Ya que en este momento la debilidad había llamado a mi puerta, y me había hecho cuestionarme tantas cosas, que en este momento no tenían respuesta para mí, pero al final recapacite y dije para que pierdes el tiempo en bobadas si aquí tienes todo lo que necesitas, y deje que el tren se marchará.

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