¡He adiado mi viaje durante tantos años!… Ahora, una vez más, lo aplazo. De esta vez, la causa es el destino. Ya no lo voy a preparar a conciencia, sino que, esperaré que me pasen los años y que mi final llegue despacio. Volver a pisar tierra conocida y cobijarme en brazos tiernos. Sentir una mano sobre mi cabeza y que me sequen las lágrimas. Mi viaje es un trayecto en el tiempo pasado y revivir emociones olvidadas. Mi viaje es regresar a mi cuna perdida, en un país lejano.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS