Mis recuerdos de infancia van acompañados de melodías, que por haber sido de niños, debieron ser de cuna y no de Revolución. Una tarde al escuchar en la radio onda corta
de la abuela la canción Nathalie de los Hermanos Arriagada junto a sus fotos de la Catedral de San Basilio y el Kremlin, se impregno en mi el deseo de alguna vez visitar Moscu y al caminar en la Plaza Roja, embriagarme de los recuerdos de la Rusia de la guerra fría y al llegar al Café Pushkin sorber el famoso chocolate.
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