Hace más de 20 años deseo ir al camino de Santiago, investigué de todo, me entrené e hice los ahorros para ello.

De 1.80 m. de estatura y 96 kilos de peso, había que estar en forma, todo un caminante, botas, mochila a la espalda, peso que no excediera de 5 kilos, pomada para ampollas, escoger la mejor fecha para el clima, huyendo al frío.

La edad no perdona, las rodillas fallaron por fecha de caducidad y aquí estoy escribiendo.

¿El resto?

¡Ya imaginarán!

Aún guardo todo dentro de la mochila.

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