Un viaje que fue, camarotes pequeños, pocas ropas, calor y un infinito mar, viven en mi mente por los relatos del abuelo cuando llego de su amada España. Un viaje que puede ser….como imagine, subir a un barco parecido al que lo trajo a el, con el vaivén que ofrece el navío sobre las olas del mar y las horas con historias por narrar. También pinte de cien colores su tierra natal, puse aroma al paisaje que me invito a imaginar y escuche saludos y hasta bienvenidas que aun, quizás se puedan dar.
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