Un viaje para dos almas

Un viaje para dos almas


Y soñé que vendrías una mañana de abril, elegante como siempre te imaginé y golpeabas a mi puerta y yo que te esperaba desde hace tanto abría esa puerta, la puerta de mi casa, la puerta de mi corazón. Entonces tu tomabas mi mano, tus ojos clavados en los míos y tu corazón hecho uno con el mio.

Y emprendimos el viaje, ese que me prometieras, aquel que nunca pude hacer, y tomada de tu mano nos fuimos allá lejos, a tu ciudad natal, Cardiff, y me enamoré de sus paisajes y allí contigo me quedé.

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