Te fuiste aun sabiendo que deseaba hacer ese viaje contigo.
¿Por qué no te acordaste de mi, Laura?
Podría acompañarte ahora pero no sería lo mismo, acordamos que iríamos los dos. Además no podré desafiar a la gravedad como lo hiciste tú, me quedaría flotando, porque según Galileo hay una fuerza que puede frenar a un cuerpo en caída libre. ¿Te acuerdas? Lo vimos en clase. Lo explicó Don Ramirez, seguro que tampoco lo recuerdas… es el rozamiento del aire.
¿Cómo no rozarlo… si tú estás en él?

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