Había una vez una persona en todo el mundo que no tenía miedo a que la gente se burle de él, aunque esta persona nunca tubo un enfrentamiento de vida o muerte, él no sabía si tenía suerte o lo contrario.
Todo empezó una tarde de Febrero, el estaba sentado debajo un árbol, y conversaba a gusto con su amigo de la infancia, mientras el sol y las nubes se peleaban para demostrar quién es más hermoso, pasaron unas personas aún más mayores en edad y experiencia, estos otros sujetos estaban yendo a un velorio, porque seguramente uno de sus acompañantes en la vida había fallecido. ellos sentados y los otros caminando se cruzaron la mirada, mientras el uno seguía debatiendo en su mente sobre la suerte, se distrajo un momento y justo cuando se dio el punto de intersección de miradas éste dijo; >buenas tardes<. Los otros se vieron sorprendidos y respondieron; > buenas tardes, jóvenes <. /Y nuestros muchachos empezaron a debatir sobre la vejez/. – ¿cuando nos llega la vejez?, es que todo pasa tan rápido, – ¿no se puede puede poner pausa al tiempo?. Y sacaron la conclusión siguiente; > la vida es re jodida<
Estos dos hombres debajo un árbol seguían pensando en la SUERTE que tienen algunos. se percataron que un vehículo a 100 metros de distancia se detuvo y una mujer extraña salio y camino en dirección hacia ellos, no sabían que la mujer iba a pedir ayuda por que su vehículo se quedo sin reacción de la batería, y de repente ocurrió lo inesperado, ella les habló. y estos sorprendidos pues no podían resistir la seducción de una mujer de ese calibre, lo único que pudo decir uno de ellos es; > la gente de este lugar es solidaría, y para demostrarle le ayudaremos, por que a cualquiera nos puede ocurrir <. Ella tenia un acento extranjero, pero su iniciativa y su falta de prejuicio pudo conseguir que encienda su vehículo.
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