Principio de incertidumbre

Principio de incertidumbre

Pilar Pérez

12/02/2019

«¡Hogar, dulce hogar!». Abrí la puerta y me dejé caer dentro después de un largo día de trabajo. Colgué el bolso en el perchero, al lado de… «¿y esa chaqueta?». Extrañada, me dirigí a la cocina a beber un vaso de agua. «¿Quién se ha comido mi cena?», pensé al ver los platos sucios en el fregadero. «¿Alguien ha dormido en mi cama?», observé confundida desde la puerta la habitación desordenada. «¡Hay alguien sentado en mi sofá!», podía oír la televisión y voces extrañas en el salón. Me asomé temerosa, para encontrar a una pareja de perfectos desconocidos riendo y charlando como si tal cosa en mi salón. Nos miramos atónitos, ellos aparentemente tan sorprendidos y asustados como yo.

—¡¿Quiénes sois y qué estáis haciendo en mi casa?! —dije haciéndome la valiente.

—¿Tu casa? Ésta es nuestra casa, llevamos viviendo en ella dos años. ¿Quién eres tú y cómo has entrado?

Miré aturdida a mi alrededor y recorrí aquella casa mía con nuevos ojos: fotos, cuadros, adornos… Reconocía objetos míos pero encontraba al mismo tiempo objetos extraños, fotos de aquella pareja en lugares recónditos, muebles diferentes, recuerdos de sitios en los que nunca había estado… como si mi casa fuese de repente mía sólo en parte. Como si de algún modo fuese también la suya, si es que ello fuera posible. Estaba tan desconcertada que no supe qué decir, sólo me dejé caer en el sillón frente a ellos. Fue el hombre quien habló primero:

—Disculpe, señorita, ¿conoce usted el principio de incertidumbre de Heisenberg?

—¿El principio de qué?

—Hablo de física cuántica. ¿No lo ve? Es tan obvio, y al mismo tiempo ¡tan increíble! Nos hallamos, obviamente, en un punto de convergencia entre dos universos paralelos: en uno vive usted y habita su casa, que es ésta, y en el otro vivimos mi mujer y yo, y habitamos la nuestra, que también es ésta, puesto que nos encontramos en el punto de intersección entre ambos universos. ¡Estamos tocando con nuestros dedos la Teoría de los universos múltiples de Everett!

No estaba muy segura de entender del todo aquel asunto de la mecánica cuántica, pero a la vista de las circunstancias decidimos, ¿por qué no?, mantener nuestro statu quo: vivir como una familia de tres, cada uno en su propia realidad. Y cada noche contarnos nuestras experiencias del día en nuestro universo particular, escuchando fascinados las historias acerca de ese otro mundo paralelo, tan parecido y al mismo tiempo tan diferente del nuestro, que nunca podríamos visitar.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS